03 octubre 2013

Envidias

Yo envidio.
Envidio poco.
Envidio apenas.
Envidio sin trampas.

Le envidio a Benedetti
su no te salves;
a Poe
la máscara de la muerte roja;
a Stevens
el emperador de los helados;
a Shepard
toditas sus crónicas de motel.

Le envidio a él
tener esos fuertes brazos
que ahora te sostienen,
esa inmensa espalda
que vos le dibujas cada mañana.

Yo envidio.
Envidio poco.
Envidio apenas.
Envidio sin trampas.

Y sin nada,
nadita,
de envidia sana.

2 comentarios:

idéias dijo...

Maravilla, Anne!

Anne dijo...

Me encanto, realmente, siento envidia de la sana. .
Gracias por estar siempre presente.

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