18 marzo 2012

La cita

  Hoy tú vendrás hacia mí. 
Hoy por fin comprenderé 
por qué es tan triste y extraña 
la soledad con la luna. 

 Pálida te detendrás 
y en silencio te quitarás la capa. 
¿No es así como la luna 
se levanta del bosque tupido? 

   Hechizado por la luna, 
encadenado por ti, 
seré feliz con mi vida, 
las tinieblas y el silencio. 

  Así la bestia de las selvas tristes 
al sentir la primavera 
escucha el susurro de las horas 
y mira pasar la luna. 
 
 Cautelosa se desliza en el barranco 
a despertar los sueños de la noche 
y su paso ágil arregla 
con la marcha de la luna. 

Como ella quiero callarme, 
mirar y languidecer, 
guardando solemne silencio, 
tu silencio, oh, Noche... 

Y habrá muchas lunas claras 
en mí y a mi alrededor; 
pálida costa de dunas 
se abrirá llamándome. 

 El mar verde y rumoroso 
me traerá de las tinieblas 
corales, flores y perlas, 
dones de tierras lejanas. 

 Y el aliento de mil seres 
desvanecidos hace mucho tiempo, 
y el sueño obscuro de las cosas mudas, 
y el estrellado vino. 
 
 ...Partirás y escucharé 
el último canto de la luna 
y veré de nuevo cómo surge el día 
sobre la calma de las dunas pálidas. 

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